Así estoy yo… ¡DESESPERADA!, como Marta Sánchez.

¡Desesssss...perada!

¡Desesssss...perada!

.

Llevo dos días así…
Desesperada, como lo estaba Marta Sánchez .
¿Las razones?
Cuando la tecnología se alía con la mala fortuna se te llegan a poner los pelos de punta.
Hace dos noches, encendí este artefacto del diablo con la intención de plasmar una experiencia diurna que me había marcado lo suficiente como para que lo recordase al final de la jornada.
La idea la tenía…
La imagen me costo media hora más o menos…
Suelo elegir alguna de las que hay alojadas en google, es fácil, seleccionas imagen en vez de la web y una palabra a buscar. A veces elegir el nombre a buscar no es nada sencillo porque muchas de las fotos no están relacionada con lo que buscas.
Después fue poner por escrito esa experiencia… lo cual más de una hora fijo que me llevó. Eso unido a que soy muy torpe con el diccionario y cada dos por tres las dudas ortográficas las tengo que revisar con google.
Ya estaba!
Quedaba el título…
Y en ello estaba cuando el explorer apenas dijo adiós, cierro que tengo un fallo …
Dicho y hecho, la colección de ventanillas que había acumulado hizo choff y a mí se me quedó una cara de panoli que he tardado dos días en quitármela de encima.
Intenté buscar la entrada, pero ozú me decía que nanaina, que no encontraba el archivo en la dirección que se me había asignado.
Y pensé yo muy resabionda, que como los de delitos informáticos se llevan los pcs porque los muy cotillas todo lo guardan… pues que lo mismo habría manera de recuperar mis dos horitas de tecleo ininterrumpido.
Busqué aquí y allá, claro a esto me pasé de las 4 de la mañana como una Indiana Jones en busca del arca perdida, pero a diferencia del arqueólogo, yo fui incapaz de encontrar ná de ná.
Ya como último recurso escribí a ozú pidiendo ayuda, pero se ve que las cosas de palacio aquí van muy despacio. Menos mal que no se me incendio la página porque sino tenemos Halloween antes de tiempo, el fuego se hubiese propagado de blog en blog sin que nadie moviese una ceja.
Así que de las casi 5 de la mañana, nos pusimos en las 7, 30 que suena el despertador con puntualidad inglesa, sin tener miramientos en la hora en que has cerrado el ojo.
Aburrí al google de buscar en foros una ayudita, incluso baje un programa de recuperación de archivos. Pero entre que venia en inglés y que no sabía como llamar al archivo que buscaba, fue un verdadero fracaso.
Como última opción se me ocurrió molestar a quien tiene la suerte de saber más que yo, lo cual no hay que ir muy lejos.
La respuesta llegó a la noche pero sin ninguna expectativa. Que no me hiciese ilusiones, las posibilidades eran repetir la entrada tomando más precauciones, uséase en vez de escribir directamente sobre el borrador abrirme una página del Word y cuando acabase darle un efectivo corta y pega en la hojita maldita.
Esto no ha quedado ahí claro, porque como una es humana, con tan poco descanso ayer a estas horas no tenía yo el cuerpo rumbero para ponerme a repetir la proeza. La camita me llamaba a grito pelado, como para no oírlo.
La ventaja de acostarse pronto es que una madruga.
El día de hoy ha empezado a las 6 de la mañana lo cual me ha permitido disfrutar de un bello amanecer. Casi podía haberlo fotografiado y así de paso habría aprovechado material de primera serie para ilustrar la entrada.
Como la recuperación no era viable, me decanté por la siguiente opción, la de repetir el ejercicio, como si me hubiese cateado el profe.
Ha sido inútil, o yo tengo la memoria de un mosquito o es que soy demasiado perfeccionista. Lo que venía a mi mente no cuadraba con la intuición del conjunto.
No acertaba con el orden, no encontraba las palabras justas que describiesen de nuevo la situación. Total un desastre.
Desesperada sigo pero al menos he desistido ya.
Prefiero plasmar con palabras otros pensamientos nuevos.
Quien sabe… lo mismo otro día me encuentro más lucida.
O quizás cuando me olvide de cómo lo hice me resulta más fácil.
Eso si hoy he abierto una paginilla del editor, que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Y yo como mucho sólo tengo su costilla, por tanto con un desliz voy servida.
¿Lo positivo? Que este trasto viene con corrector de ortografía, así que después de que me revise la historia, unas tijeras, un poquito de cola y a lucir en el tablón de anuncios.
Y a otra cosa mariposa.